En un evento cargado de emociones y simbolismo, los habitantes del municipio de Buenavista, Córdoba, tuvieron un encuentro con quien por años fue su principal verdugo, el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso. La reunión se llevó a cabo en el coliseo Miguel “Happy” Lora de Montería, donde un centenar de campesinos se congregaron para un cara a cara con el ahora gestor de paz.
Invitado por el Gobierno Nacional, Mancuso asistió al evento, donde se oficializó la entrega de 8.430 hectáreas de tierra a familias campesinas de Buenavista, víctimas de las acciones paramilitares que él lideró. La entrega fue coordinada por la Unidad para las Víctimas, en presencia del presidente Gustavo Petro.
Con sombrero vueltiao y acompañado por escoltas, Mancuso fue recibido con una mezcla de aplausos y rechiflas. En su intervención, el exparamilitar, visiblemente conmovido, asumió la responsabilidad por el dolor causado y pidió perdón a sus víctimas. “Desde lo más profundo de mi corazón les pido perdón… y ratifico la promesa de que de mi parte estos hechos nunca más se volverán a repetir”, declaró.
El evento también marcó el primer encuentro público entre Mancuso y el presidente Petro, un momento que no pasó desapercibido para los asistentes y que culminó en un simbólico intercambio de sombreros entre ambos, lo cual generó gran revuelo en redes sociales y entre la opinión pública.
Las reacciones fueron diversas, con algunos reconociendo el gesto de reconciliación y otros criticando lo que consideran una revictimización de los campesinos que sufrieron bajo el mando de Mancuso.
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