En un movimiento que reaviva las tensiones comerciales entre dos de las mayores economías del continente, el actual mandatario estadounidense Donald Trump anunció la imposición de un arancel del 50% sobre todas las importaciones procedentes de Brasil, con vigencia a partir del 1° de agosto de 2025.
La decisión, formalizada a través de una carta dirigida al presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, mezcla argumentos económicos con una contundente crítica política. En el documento, Trump acusa a Brasil de implementar prácticas comerciales injustas y, además, califica el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro como una “vergüenza internacional”.
Según la carta, Brasil mantiene barreras arancelarias y no arancelarias que afectan negativamente el comercio bilateral, y ha impuesto medidas que, a juicio del gobierno estadounidense, violan la libertad de expresión al sancionar a plataformas digitales estadounidenses por difundir contenido vinculado a Bolsonaro.
“La forma como Brasil ha tratado al expresidente Bolsonaro es una cacería de brujas que debe terminar de inmediato”, se lee en la misiva.
Trump también ordenó al Representante de Comercio de EE.UU. (USTR) iniciar una investigación bajo la Sección 301, el mismo mecanismo utilizado en su momento contra China, lo que podría abrir la puerta a nuevas represalias si no se alcanza un acuerdo antes del 1° de agosto.
La medida ha generado preocupación entre exportadores brasileños de sectores clave como el agrícola, siderúrgico y tecnológico, y podría tener consecuencias significativas en el comercio regional y la diplomacia interamericana.
La administración estadounidense advirtió que, si Brasil responde con represalias, Washington igualará cualquier incremento arancelario, dejando el panorama comercial en una situación de alta tensión.
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