La violencia vuelve a golpear al norte del departamento del Cauca. Este viernes 11 de julio se confirmó el secuestro de Juan Pablo Cifuentes Fajardo, hermano del exconcejal Duvalier Sebastián Cifuentes Fajardo, actual presidente del Directorio Conservador en esta región del país.
Según denuncias de periodistas locales, el joven fue interceptado por hombres armados en zona rural del municipio de Caloto y posteriormente llevado con rumbo desconocido. Aunque se presume la participación de un grupo armado ilegal, hasta el momento ninguna organización se ha atribuido el hecho ni se conoce su paradero.
Este nuevo episodio de violencia revive el trágico antecedente de la familia, pues hace menos de dos años su padre, el abogado y líder político Duvalier Iván Cifuentes Paz, fue asesinado a tiros en su finca. Los hermanos Cifuentes son reconocidos en el norte del Cauca por su liderazgo juvenil y su compromiso con las comunidades locales.
Ante la gravedad del secuestro, la familia ha exigido la intervención urgente del Gobierno Nacional, la Defensoría del Pueblo y organismos internacionales para lograr el regreso con vida de Juan Pablo y para que se tomen medidas efectivas frente a la creciente ola de violencia en la región.
La situación de orden público en Caloto se ha deteriorado notablemente en los últimos años. Más de 25 empresas han abandonado la zona ante el incremento de extorsiones, secuestros y amenazas, incluidas multinacionales que decidieron cesar sus operaciones tras constantes ataques contra sus empleados.
La alcaldía municipal emitió un comunicado oficial en el que confirma el secuestro y solicita a los captores respetar la vida de Juan Pablo Cifuentes Fajardo, al tiempo que pide su pronta liberación. La comunidad también se ha pronunciado con mensajes de solidaridad y llamados urgentes a las autoridades para intensificar su búsqueda.
El secuestro ha generado una fuerte reacción en redes sociales, donde líderes políticos, organizaciones sociales y ciudadanos expresan su apoyo a la familia Cifuentes y exigen una respuesta contundente por parte del Estado para frenar el recrudecimiento de la violencia en el Cauca.
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