Después de más de una semana de bloqueos que paralizaron las principales vías del país, los transportadores de carga y pasajeros llegaron a un acuerdo con el Gobierno de Gustavo Petro, lo que permitió poner fin al paro nacional de transportistas este viernes. Las protestas, desencadenadas por el aumento del precio del diésel, afectaron gravemente la movilidad y la economía en varias ciudades del país.
Los transportadores bloquearon vías estratégicas usando camiones, autobuses y otros vehículos diésel, en protesta por el incremento de 1.900 pesos por galón, llevando el precio a 11.500 pesos. El jueves, más de 1.200 elementos de la Policía de Bogotá, apoyados por un helicóptero y seis drones, fueron desplegados para desbloquear los puntos críticos. Las zonas más afectadas fueron Usme, San Cristóbal, Ciudad Bolívar, Kennedy, Bosa, Suba, Usaquén, Chapinero y Soacha.
El sistema de transporte masivo de Bogotá, Transmilenio, reportó que alrededor de “5.124.854 usuarios resultaron afectados y 114 buses fueron vandalizados” durante los bloqueos. En el sector de Molinos, se registraron enfrentamientos entre encapuchados y la Policía, lo que causó daños en ventanales. Sin embargo, la situación fue controlada y no se reportaron lesiones graves, aunque cuatro personas fueron valoradas por el sistema de salud.
En cuanto a los acuerdos alcanzados, el Ministerio de Transporte emitió un comunicado donde se compromete a suspender “las alzas adicionales” hasta que se logren transformaciones estructurales en el sector. Asimismo, se acordó establecer mesas técnicas para revisar ajustes normativos. El incremento final en el precio del diésel será de 800 pesos, aplicándose en dos fases: un aumento inicial de 400 pesos a partir de la modificación de la resolución 40350 del 29 de agosto, y otro incremento similar a partir del 1 de diciembre.
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