El personero de Tuluá, Óscar García, sufrió un atentado sicarial la noche del viernes en el corregimiento de La Marina, cuando su vehículo fue atacado con armas de fuego. Las fotografías del carro, que hacen parte del material probatorio de la Fiscalía, revelan múltiples impactos de bala en las puertas y la ventanilla trasera, algunos de los cuales alcanzaron a perforar el asiento del copiloto y otras áreas del interior del vehículo.
En sus declaraciones, García denunció la falta de acompañamiento de las autoridades en el momento del atentado. «La Policía me dejó solo, abandonado. No me recogieron en el lugar de los hechos, sino que fueron funcionarios de la UNP los que me auxiliaron», afirmó el personero.
Ante esta acusación, el coronel Santiago Garavito, comandante (e) de la Policía del Valle, explicó que se activó un protocolo de atención en coordinación con el Ejército, la UNP y la Alcaldía de Tuluá para llegar al lugar del ataque. Según Garavito, las unidades de emergencia llegaron al sitio, pero no encontraron a García ni a su escolta, quienes se habían refugiado en una casa cercana. Posteriormente, la UNP localizó al personero y lo trasladó a un lugar seguro.
El coronel también señaló que el escolta del personero había sido impactado en su chaleco antibalas, lo que evitó una tragedia mayor. Mientras se adelanta la investigación, el escolta fue temporalmente removido y la Policía será la encargada de brindar seguridad al funcionario.
García, por su parte, expresó que sigue temiendo por su vida y pidió el regreso de su escolta permanente, ya que considera que las patrullas no están siempre a su lado.
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