En un reciente informe de Medicina Legal, se confirmó que Bogotá y Cali encabezan la lista de las ciudades más peligrosas de Colombia en lo que va del año. Entre enero y julio, la capital del país registró 651 homicidios, mientras que Cali, con una menor población, reportó 537 asesinatos. Estos datos alarman a las autoridades, aunque representan una ligera disminución con respecto a años anteriores.
El informe también señala un aumento en otros delitos como robos y extorsiones, lo que ha generado preocupación en las comunidades y autoridades locales. Según el Ministerio de Defensa, entre enero y agosto de este año se registraron 8.594 homicidios intencionales en todo el país, una cifra inferior a los 8.909 casos del mismo período en 2023 y los 8.923 en 2022. A pesar de la leve disminución, las cifras siguen siendo preocupantes.
El presidente Gustavo Petro, durante su visita a Nueva York en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, respaldó los datos y destacó que, aunque los índices de criminalidad siguen siendo alarmantes, las principales ciudades del país han mostrado una tendencia a la baja en homicidios. Petro afirmó que «la mayoría de nuestras ciudades no están entre las más violentas del mundo» y resaltó los avances de Bogotá en términos de percepción de seguridad.
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