Este miércoles 6 de noviembre, Donald Trump se convirtió en el presidente electo número 47 de Estados Unidos al obtener 277 votos en el Colegio Electoral, superando la barrera de 270 necesaria para ganar la presidencia. El triunfo de Trump llegó después de confirmarse su victoria en Wisconsin, cuyos 10 votos electorales fueron decisivos para sellar su regreso a la Casa Blanca. Kamala Harris, su oponente, se quedó con 224 votos electorales, pese a haber ganado en estados clave como California, Nueva York y Washington.
Contrario a lo proyectado por los analistas, que anticipaban una contienda reñida hasta el último minuto, la victoria de Trump fue rápida y decisiva. El republicano se impuso en estados altamente competitivos como Georgia, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. Además, se proyecta que ganará en Arizona, Michigan y Nevada, lo que afianzaría aún más su dominio en el mapa electoral. En una sorpresa adicional, Trump también se alzó con el voto popular, logrando más de 71 millones de votos frente a los 66 millones de Harris, algo que los republicanos no lograban desde las elecciones de 2004, cuando George W. Bush venció a John Kerry.
En su primer discurso como presidente electo, desde un mitin en Palm Beach, Florida, Trump prometió “unir al país” y “poner a Estados Unidos en primer lugar”. Acompañado de su familia y su equipo de campaña, aseguró que gobernará para todos los estadounidenses y agradeció el apoyo de los votantes, marcando un tono conciliador y llamando a dejar atrás las divisiones del pasado.
“Voy a poner a Estados Unidos en primer lugar y no los defraudaré”, afirmó Trump en un mensaje de menos de media hora, mientras miles de seguidores celebraban su retorno a la presidencia.
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