El director del Departamento de Prosperidad Social (DPS), Gustavo Bolívar, se pronunció este sábado a través de su cuenta de X (antes Twitter) tras el fuerte llamado de atención que le hizo el presidente Gustavo Petro durante un evento público realizado en Tibú, Norte de Santander.

«El amor debe ser desinteresado o no es amor», escribió Bolívar en la red social, en un mensaje enigmático que rápidamente se viralizó y generó todo tipo de reacciones entre internautas. Algunos interpretaron la frase como una respuesta indirecta al desplante que sufrió por parte del mandatario.

“Ese amor tiene que ser de dos para que funcione”, comentó un usuario. “Debe tener el corazón triste por ese desplante que le hizo el Presidente», escribió otro. Varios también recordaron la ocasión en la que Bolívar, durante un consejo de ministros, le manifestó su afecto al jefe de Estado con una frase que quedó registrada: “Yo a usted lo amo, se lo digo con toda sinceridad y con usted hasta el último día, pase lo que pase”.

El pasado viernes, el presidente Petro interrumpió el evento en Tibú para cuestionar públicamente a Bolívar y otros funcionarios que ya habían presentado su renuncia para participar en las elecciones regionales. “Rompo el orden del día porque no me parece que sea así, Gustavo Bolívar, y otros compañeros”, expresó el mandatario, quien subrayó que quienes renuncian deben dar paso a sus reemplazos.

“Tenemos que ver los caminos, Bolívar, pero usted no va a tener tiempo porque usted decidió irse”, dijo Petro de forma directa.

Poco después del incidente, se conoció la carta de renuncia de Bolívar, en la que agradece al presidente la oportunidad de liderar el DPS y confirma que su salida será efectiva el próximo 16 de mayo. “Pudimos, junto con mi equipo, cumplir sus instrucciones de llegar a los rincones más recónditos, excluidos y abandonados de Colombia, para llevar amor, bienestar y prosperidad”, escribió.

La tensión entre Bolívar y Petro, ambos figuras clave del petrismo, ha generado un intenso debate sobre la forma en que el presidente gestiona públicamente sus diferencias con sus funcionarios.