Un nuevo discurso del presidente Gustavo Petro, pronunciado durante un evento público en Barranquilla, ha desatado una ola de indignación en redes sociales y entre sectores de la oposición, luego de que el mandatario delegara públicamente a la Coordinadora Nacional del Movimiento y a organizaciones sociales el liderazgo de las acciones en torno a la Consulta Popular, ahora anunciada como una estrategia de movilización ciudadana.
El fragmento más polémico del discurso hace referencia a las recomendaciones que el mandatario entregó para la acción popular, entre las cuales se incluyen: «No se atacan los bienes de la clase media», «No se rompe un solo vidrio», «No se atacan los miembros de la Fuerza Pública», y que la Fuerza Pública «no levanta las armas contra el pueblo.»
Varios usuarios en redes y analistas políticos han interpretado sus palabras como una validación indirecta a posibles actos vandálicos contra otros sectores sociales y económicos. “¿Entonces los bienes de los ricos sí se pueden atacar?”, se preguntan muchos usuarios en X (Twitter), donde frases como «quiere incendiar de nuevo el país» o «cada día sube más el tono de su retórica incendiaria» se han vuelto tendencia.
La oposición ha calificado estas declaraciones como un acto de irresponsabilidad política y una peligrosa incitación a la confrontación social. Además, crece la preocupación por lo que consideran una delegación informal de la conducción política hacia movimientos populares sin control institucional, lo cual, afirman, puede derivar en desórdenes.
A pesar de que el presidente llamó expresamente a no ejercer violencia contra la Fuerza Pública, ni dañar bienes ni servicios básicos, el contexto y la ambigüedad de sus palabras han generado interpretaciones múltiples que han encendido el debate político y ciudadano.
Todos los derechos reservados El opinometro del valle