Las reiteradas declaraciones del jefe de despacho presidencial, Alfredo Saade, promoviendo una posible reelección o ampliación del mandato de Gustavo Petro, han desatado una ola de críticas desde diversos sectores del mismo progresismo. La controversia creció luego de que Saade cuestionara el peso de la Constitución frente a la voluntad popular, insinuando que millones de ciudadanos podrían legitimar una prolongación del gobierno sin necesidad de elecciones.
“El único camino posible para el progresismo es el post-petrismo”, expresó Luis Carlos Reyes, exministro de Comercio, quien rechazó de manera contundente que Saade represente los ideales democráticos del gobierno. En la misma línea, Roy Barreras, exembajador en el Reino Unido, calificó de “delirantes” las propuestas de reelección, y advirtió que estas solo contribuyen a desestabilizar la democracia.
También se pronunciaron figuras del Pacto Histórico como Susana Muhamad, Gustavo Bolívar y María José Pizarro, quienes coincidieron en señalar que el proyecto del progresismo no contempla prácticas autoritarias ni avala el modelo de reelección indefinida como el de Nayib Bukele en El Salvador, al que Saade mostró su respaldo.
“Petro termina su periodo de manera tranquila el 7 de agosto de 2026”, afirmó Bolívar, marcando distancia del discurso del jefe de gabinete, quien hasta el momento no ha sido desautorizado públicamente por el presidente Petro.
Aunque el mandatario se ha mantenido en silencio ante la polémica, el creciente rechazo de exfuncionarios y aliados evidencian una fractura interna frente al discurso reeleccionista impulsado por Saade.
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