La movilidad entre Cali y Jamundí se ha convertido en un verdadero suplicio para miles de ciudadanos. Los interminables trancones son el resultado de la suspensión de la ampliación de la avenida Cañasgordas en 2018, decisión impulsada por el hoy representante a la Cámara, Duvalier Sánchez.
Los trancones en la vía Cali–Jamundí se han vuelto una pesadilla diaria para miles de conductores y pasajeros que necesitan desplazarse entre ambos municipios.
La raíz del problema se remonta a 2018, cuando el actual representante a la Cámara, Duvalier Sánchez, lideró la oposición a la ampliación de la avenida Cañasgordas, alegando que el proyecto afectaba a comunidades de estrato 1. Sin embargo, con el paso del tiempo, diferentes medios han revelado que en realidad los predios correspondían a familias adineradas que se oponían a la obra.
Hoy, siete años después, las consecuencias son evidentes: ninguna solución estructural se ha ejecutado y la movilidad entre Cali y Jamundí se torna cada vez más traumática.
Residentes y transportadores aseguran que la falta de infraestructura vial está afectando la productividad, la calidad de vida y el desarrollo económico de la región.
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