La red obtenía hasta $180 millones mensuales revendiendo productos conseguidos con la explotación infantil en zonas turísticas.
Un operativo conjunto de la Policía, la Fiscalía y la Secretaría de Seguridad de Medellín permitió desmantelar una red dedicada a la explotación infantil a través de la mendicidad. En la redada, realizada en barrios como El Poblado, Boston, Carpinelo y Santa Cruz, fueron capturadas siete personas, seis mujeres y un hombre, de entre 25 y 43 años.
Las autoridades confirmaron que los menores explotados tenían entre un mes de nacidos y cinco años de edad, varios de ellos pertenecientes a la comunidad indígena Emberá Katío. Eran utilizados para pedir productos de primera necesidad como leche, pañales o alimentos en zonas concurridas por turistas, como el Parque Lleras, Provenza y la Calle 10. Posteriormente, los artículos eran revendidos en el mercado clandestino.
El brigadier general William Castaño Ramos, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, aseguró que se trataba de un negocio criminal que generaba ingresos de hasta $180 millones mensuales, equivalentes a seis millones diarios.
La investigación, que tomó más de diez meses, incluyó interceptaciones telefónicas, agentes encubiertos, entrevistas y vigilancias en los sectores afectados.
Los capturados ya fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación y podrían enfrentar cargos por concierto para delinquir y explotación de menores para mendicidad, delitos que contemplan penas de hasta ocho años de prisión.
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