El gobierno de Nicolás Maduro pidió a la ONU investigar los ataques contra lanchas de presuntos narcotraficantes, que han dejado 14 muertos según Donald Trump.
El gobierno de Nicolás Maduro denunció este viernes la existencia de una “guerra no declarada” en el mar Caribe, luego del despliegue de ocho buques de Estados Unidos en la zona con el argumento de combatir el narcotráfico.
El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, cuestionó la “amenaza militar” que representa la operación estadounidense y criticó que se hayan destruido embarcaciones con supuestos narcotraficantes sin que mediara captura: “Han sido ajusticiados, sin derecho a la defensa”, declaró durante un balance de los ejercicios militares en la isla de La Orchila, donde participaron 2.500 efectivos.
Washington acusa a Maduro de liderar un cartel de narcotráfico y ha ofrecido hasta 50 millones de dólares por su captura. En lo que va de septiembre, el presidente Donald Trump confirmó la destrucción de al menos tres embarcaciones, con un saldo de 14 muertos.
El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, solicitó a la ONU abrir una investigación por lo que calificó como “crímenes de lesa humanidad”. A su vez, el canciller Yván Gil informó que Caracas elevó un reclamo ante el Consejo de Seguridad para exigir el cese inmediato de estas operaciones.
Mientras tanto, la televisión estatal mostró imágenes de misiles C-802 y C-M90 lanzados durante las maniobras defensivas. El gobierno venezolano sostiene que Estados Unidos pretende “sembrar terror en pescadores y comunidades costeras” bajo el pretexto de la lucha antidrogas.
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