En la madrugada de este lunes, 13 de enero de 2025, el Gobierno de Venezuela reabrió los pasos fronterizos con Colombia, luego de haberlos cerrado el pasado viernes 10 de enero en el marco de la autoproclamación de Nicolás Maduro como presidente del país bolivariano. Este cierre afectó los cuatro principales puentes internacionales que conectan el departamento de Norte de Santander con el estado Táchira.
Durante los días de bloqueo, contenedores y una fuerte presencia militar impidieron el tránsito habitual de personas y vehículos en los puentes Simón Bolívar, Francisco de Paula Santander, Unión y Atanasio Girardot. Esta medida fue justificada por el gobierno venezolano como una respuesta a una supuesta «conspiración internacional» en contra del líder chavista, quien asumió su tercer mandato (2025-2031) pese a las denuncias de irregularidades en las elecciones de julio de 2024.
El cierre de la frontera generó pérdidas económicas estimadas entre 12.000 y 15.000 millones de pesos para Colombia y recordó episodios similares de 2019, cuando los mismos puentes fueron bloqueados con contenedores en medio de tensiones políticas entre ambos países. La restricción también afectó el espacio aéreo, que permaneció cerrado hasta la noche del 11 de enero, según informó la Aeronáutica Civil.
El gobernador del Táchira, Freddy Bernal, respaldó la decisión del cierre, alegando la existencia de amenazas externas en el marco de la toma de posesión presidencial. Por su parte, el presidente colombiano, Gustavo Petro, reaccionó desde su cuenta de X pidiendo que «dejen de pensar en muerte», en referencia a una propuesta del expresidente Álvaro Uribe Vélez, quien sugirió una intervención internacional en Venezuela.
En medio de estos hechos, la comunidad internacional sigue pendiente de la situación en la frontera y las tensiones entre ambos gobiernos.
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