El presidente Gustavo Petro rechazó públicamente la propuesta impulsada por la Casa Blanca y ya aprobada por la Cámara de Representantes de Estados Unidos, que establece un impuesto del 3,5 % a las remesas enviadas desde ese país. El mandatario colombiano instó a los trabajadores colombianos radicados en EE. UU. a organizar protestas en contra de la medida, que calificó como una «reducción del salario real».
La iniciativa hace parte de un amplio paquete presupuestario promovido por el expresidente Donald Trump, y ahora deberá ser debatida en el Senado. Si es aprobada, representaría un golpe significativo para millones de familias latinoamericanas que dependen de estos envíos para su sustento.
“Entre países soberanos, donde impera el principio diplomático de la reciprocidad, las comisiones económicas del Congreso de Colombia también deberían poner una medida similar de la misma magnitud”, afirmó Petro, sugiriendo que se grave de igual forma el envío de dinero desde Colombia hacia el exterior.
Colombia recibió durante 2024 un total de 11.800 millones de dólares en remesas, según el Banco de la República, con Estados Unidos como la principal fuente de esos recursos. A nivel regional, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reportó un récord histórico de remesas hacia América Latina y el Caribe en 2024, con un total de 161.000 millones de dólares.
Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum también expresó su rechazo a la propuesta, calificándola de «discriminatoria» y en violación del tratado fiscal firmado con EE. UU. desde 1994.
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