En la noche del domingo 2 de junio, hacia las 9:30 p. m., se registró una violenta incursión armada en una cabaña privada ubicada cerca del peaje Los Papiros, en jurisdicción de Puerto Colombia, Atlántico. Cuatro hombres que se movilizaban en dos motocicletas irrumpieron en el lugar y abrieron fuego contra las personas que allí se encontraban.
El ataque dejó un saldo trágico de tres personas muertas: dos fallecieron en el lugar de los hechos, mientras que una mujer murió mientras era trasladada a un centro asistencial. Además, se reportan al menos siete personas heridas, cuyo estado de salud es reservado y está siendo evaluado por las autoridades médicas.
Este hecho constituye la masacre número 27 ocurrida en Colombia en lo que va del año, según registros de organizaciones defensoras de derechos humanos que hacen seguimiento a la violencia armada en el país.
La Defensoría del Pueblo ya había advertido sobre el alto riesgo en esta región mediante la Alerta Temprana 022 de 2023. En ese informe, se señala a Puerto Colombia y Barranquilla como focos de violencia, afectadas por la presencia de múltiples estructuras criminales.
Entre los grupos armados ilegales que operan en la zona se encuentran el Clan del Golfo, los Nuevos Rastrojos, el Nuevo Bloque Costeños, el Bloque Central Renacer, Los Papalopez y Los Vega, entre otros. Estas bandas estarían inmersas en disputas por el control territorial y las rentas ilegales derivadas del narcotráfico, la extorsión y otras economías criminales.
Las autoridades adelantan labores de investigación para establecer los móviles del ataque y dar con los responsables de este nuevo hecho de violencia que enluta al Caribe colombiano.
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