En un movimiento que refuerza su estrategia de comunicación digital, el presidente Gustavo Petro, junto con el ministro del Interior, Armando Benedetti, y el jefe de despacho presidencial, Alfredo Saade, sostuvo recientemente una reunión con un grupo de influenciadores y creadores de contenido aliados al Gobierno. El encuentro, que no ha sido oficializado por la Casa de Nariño, fue confirmado por Benedetti a través de sus redes sociales, donde compartió imágenes con los asistentes.
Entre los participantes estuvo el cantante Mario Muñoz, vocalista de Doctor Krápula, y varios creadores provenientes de distintas regiones del país. Según algunas versiones, el propósito del encuentro giró en torno a redefinir la estrategia de comunicación del Gobierno para el último año de mandato del presidente Petro.
Desde el inicio de su administración, la Presidencia ha apostado por alianzas con influenciadores para promover políticas públicas, combatir la desinformación y amplificar sus mensajes, especialmente entre audiencias jóvenes. De hecho, solo en 2024 se destinaron más de $63.500 millones a campañas publicitarias a través de medios públicos como RTVC, Canal Trece y Telecafé, muchas de ellas ejecutadas en conjunto con creadores digitales.
Sin embargo, esta estrategia no ha estado exenta de controversias. En mayo pasado, varios influenciadores fueron trasladados en un avión de la Policía Nacional a un evento presidencial en Barranquilla, generando cuestionamientos por el uso de recursos públicos. Benedetti defendió la acción, alegando que el traslado estaba permitido bajo convenios misionales.
Críticas también han surgido por la aparente falta de imparcialidad de algunos influenciadores contratados, lo que ha provocado tensiones incluso dentro del propio oficialismo. Gustavo Bolívar, exdirector del Departamento de Prosperidad Social, afirmó que algunos creadores de contenido lo “traicionaron” políticamente y sugirió que quienes difunden mensajes pagos deben usar el hashtag #PPP (Publicidad Política Pagada) para garantizar transparencia.
A esto se sumó el testimonio de Gareth Sella, exviceministro de Juventud, quien denunció presuntas directrices internas del Gobierno para orientar los contenidos de los influenciadores, sugiriendo incluso amenazas implícitas con la asignación o retiro de contratos.
Pese a la polémica, desde el Gobierno se insiste en que los influenciadores cumplen un rol estratégico para mantener un canal directo con la ciudadanía y combatir las “tergiversaciones” mediáticas.
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